Hoy no se conciben hogares de nueva construcción sin que incluyan soluciones inteligentes en la gestión de sus consumos energéticos. También los edificios rehabilitados aprovechan las intervenciones para renovarse con dispositivos que hacen la vida de sus ocupantes mucho más sencilla y proporcionan un importante ahorro en su gasto en energía.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), las nuevas tecnologías permiten ahorrar más de un 30% en calefacción y también logra reducciones importantes en la generación de agua caliente, la iluminación o el uso de electrodomésticos.
Los vecinos de un edificio, en el madrileño barrio de Embajadores, con 239 viviendas han podido comprobar en sus propias facturas como la gestión inteligente remota de sus consumos y la monitorización de consumos ha tenido excelentes resultados.
Este edificio plurifamiliar cuenta con una instalación compuesta por tres calderas de condensación que dan servicio de ACS (agua caliente sanitaria), mediante dos inter-acumuladores, y de calefacción desde un circuito equipado con válvula de tres vías que ejerce la función de mezcladora.
El consumo anual de la comunidad no es desdeñable y suma entre todos los vecinos más de 1GWh. Por este motivo los vecinos acordaron monitorizar su consumo e implementar las soluciones más eficaces para proporcionar confort y eficiencia energética. El control del consumo se realiza mediante un contrato de gestión energética con Naturgy y se elaboran informes de rendimiento semanalmente.
La instalación dispone, además, de repartidores de costes Doprimo de ISTA y válvulas termostáticas en cada radiador desde hace 8 años.
Pero a partir de octubre del pasado año, se decidió dar un paso más allá, con medidas de ahorro. Se implementó el módulo inteligente SOPHIA y comenzaron a monitorizarse periodos iguales basados en grados/día.
Eduardo Echarren, director comercial de ISTA, explica que “lo interesante no era solo monitorizar el consumo, tampoco nos servía una simple comparación con otros periodos anteriores a la instalación de SOPHIA, ya que no arroja datos exactos porque las temperaturas pueden haber sido completamente distintas entre dos periodos. Para poder comparar peras con peras´ decidimos monitorizar las mismas horquillas de tiempo, pero en grados día, es decir, los requerimientos de climatización necesarios para alcanzar la zona de confort, acumulados en un cierto periodo de tiempo”.
SOPHIA es un módulo inteligente para salas de calderas distribuido e instalado por ISTA que garantiza el ahorro energético y una disminución de emisiones contaminantes. Con un tamaño muy reducido, este dispositivo optimiza las 24 horas del funcionamiento de la caldera de acuerdo a la demanda de calefacción de todas las viviendas.
Se realizó una toma de datos cada 15 minutos durante 4 semanas, con el objetivo de monitorizar los valores del consumo de gas, producción térmica de calefacción y agua caliente en Kwh; y otros parámetros como potencia, temperatura de impulsión y retorno o caudal. “Los resultados han sido formidables”, asegura Echarren.
Gracias a SOPHIA se ha conseguido un 22% de ahorro en el consumo de gas (28% en el empleado para la calefacción y un 6% en el de agua caliente sanitaria). Además, se ha logrado una disminución de un 6% de las horas de funcionamiento para generar calefacción con el mismo nivel de confort y de un 10% en la temperatura de impulsión.
“Es muy interesante ver cómo el algoritmo implementado con SOPHIA va aprendiendo en base a la demanda tanto de calefacción como de ACS por parte de los vecinos y así la temperatura de impulsión de calefacción se ajusta en ±2.5°C sobre la de consigna, que a su vez se adapta perfectamente a las condiciones exteriores, gracias a que puede tener en cuenta la predicción meteorológica, mediante conexión permanente a AEMET”, explica Echarren.
Las tres calderas de condensación en cascada entran en funcionamiento casi a la vez, maximizando su rendimiento. El funcionamiento fuera de horario de calefacción asegura la producción de ACS con una sola caldera.